John Gibson, cazador de naufragios
Un hombre narra estos relatos de barcos hundidos mientras flota en altamar aferrándose a su propio nombre, como a un madero, para no ahogarse.
POR Erick C. Duncan

El Glenbervie transportaba una carga de pianos y licores cuando encalló en Lowland Point, cerca a Coverack, Cornualles, en 1902.
ACERCA DEL AUTOR

Colabora en especiales del diario El Espectador, sus textos han aparecido en medios y revistas nacionales y extranjeras como La Tercera, Global, Semana y El Heraldo. Ha sido investigador y guionista para la televisión pública.